Francia: Viruela del mono, SARS, SROM, ébola, gripe aviar, zika, VIH y posiblemente el covid-19. Las zoonosis, enfermedades transmitidas al hombre por los animales, se han multiplicado en los últimos años haciendo temer nuevas pandemias.
¿Qué es una zoonosis?
Las zoonosis son enfermedades o infecciones transmitidas por animales vertebrados a humanos y viceversa. Los patógenos pueden ser bacterias, virus o parásitos.
Estas infecciones se transmiten por el contacto directo entre humanos y animales, a través de los alimentos o de un vector como insectos, arañas o ácaros.
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal, 60% de las enfermedades infecciosas humanas son zoonóticas.
¿De qué tipo de enfermedades se trata?
El término «zoonosis» encierra a una amplia variedad de enfermedades que pueden afectar el sistema digestivo como la salmonelosis; el respiratorio como la gripe aviar y porcina, o el covid; o el sistema nervioso como la rabia.
La gravedad de estas enfermedades en humanos varía. El patógeno causante puede ser más o menos virulento, pero también depende de la persona infectada, que puede ser particularmente sensible.
¿Qué animales están involucrados?
Los murciélagos actúan como reservorio de muchos virus que afectan al humano. Algunos se conocen desde tiempo atrás como la rabia, pero muchos aparecieron en las últimas décadas como el ébola, el coronavirus SARS o el virus Nipah que se localizó en Asia en 1998. Se estudia si el covid- 19 tuvo un origen similar.
Los tejones, hurones, visones y comadrejas también suelen estar implicados en zoonosis víricas, principalmente en las causadas por coronavirus.
Asimismo, otros mamíferos como los bovinos, cerdos, perros, zorros, camellos, roedores, pueden igualmente ser el huésped intermediario.
Todos los virus responsables de las grandes pandemias de gripe tuvieron un origen aviar directo o indirecto. También insectos como las garrapatas son vectores de muchas enfermedades virales.
¿Por qué ha aumentado la frecuencia de las zoonosis?
Las zoonosis aparecieron hace miles de años, pero se multiplicaron en las últimas dos o tres décadas. Las mayores facilidades para viajar permiten que se propaguen más rápidamente.
Igualmente, los humanos, al ampliar su presencia en zonas cada vez mayores del planeta, contribuyen a perturbar el ecosistema y a promover la transmisión de virus.
La intensificación de la ganadería industrial aumenta el riesgo de propagación de patógenos entre animales, el comercio de vida silvestre es otro factor que potencia la exposición humana a los microbios que pueden transportar.
Del mismo modo, la deforestación incrementa el riesgo de contacto entre vida silvestre, animales domésticos y poblaciones humanas.
Ahora bien ¿deberíamos temer otra pandemia? El cambio climático podría empujar a muchos animales a huir de sus ecosistemas hacia tierras más habitables, según advierte un estudio publicado en Nature en 2022, y al mezclarse más, las especies transmitirán más sus virus, lo que favorecerá la aparición de nuevas enfermedades potencialmente transmisibles a los humanos.
Las pandemias «surgirán con más frecuencia, se propagarán más rápido, matarán a más personas», advirtió el Grupo de Expertos en Biodiversidad de la ONU (IPBES) en octubre de 2020.
El reservorio es inmenso: según estimaciones divulgadas en la revista Science en 2018, hay 1,7 millones de virus desconocidos en los mamíferos y las aves, y entre 540.000 y 850.000 de ellos «tendrían la capacidad de infectar a humanos».
Pero, sobre todo, la expansión de las actividades humanas y las mayores interacciones con la vida silvestre multiplican el riesgo de que los virus capaces de infectar a los humanos «encuentren» a su huésped.
AFP