Desde hace algunos meses, los pacientes diagnosticados con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) viven la angustia de no saber si encontrarán disponibilidad en las farmacias de clorhidrato de metilfenidato (en cualquiera de sus nombres comerciales), sustancia que necesitan para concentrarse y realizar sus tareas del día a día.
En una entrevista realizada al doctor Julio Chestaro, presidente de la Sociedad de Psiquiatría, confirmó que “los metilfenidatos pasan por momentos de escasez”.
Por otra parte, en la empresa Sued & Fargesa, distribuidora en el país de los nombres comerciales Concerta y Tradea, Vicente Soto, del departamento de Ventas, explicó que se trata de una escasez global en la producción de esa molécula.
“Nosotros ponemos la orden y no llegan. Ahora mismo no tenemos pero no depende de nosotros. Es esa molécula en específico”, reconoció.
Asimismo Soto, mencionó que, “los médicos, al darse cuenta del faltante de Concerta, (fabricado por el Laboratorio Janssen) empezaron a cambiar por los sustitutos que había en el mercado. Hace tres semanas todavía teníamos Tradea”.
Vicente reconoció que esta “ruptura de inventario”, causada por falta de suministro de Janssen, afecta a los pacientes.
Vicente reconoció que esta “ruptura de inventario”, causada por falta de suministro de Janssen, afecta a los pacientes.
“Nadie quiere que su hijo se quede sin sus medicamentos”, comentó.
Pasados los 10 años de comercialización de un medicamento, se acaba la patente y todos los laboratorios pueden fabricarlo en genérico. Esto supone una baja de precios por haber mayor oferta, pero también, una reducción en ventas del producto original, normalmente, llevando a los laboratorios a invertir menos en ese producto.
Otros factores enunciados y que contribuyeron a la falta de disponibilidad de estos medicamentos es que durante la pandemia por COVID-19 se incrementaron las consultas psiquiátricas y con ellas, la cantidad de recetas que superó la existencia en almacén de los metilfenidatos.
Cabe destacar que, estos medicamentos para tratar el déficit de atención e hiperactividad, dependiendo el laboratorio y la concentración en miligramos, oscilan entre los dos mil y los ocho mil pesos, en presentación de 30 pastillas.