Actualidad

Deficiencia de Taurina Clave en el envejecimiento

¿Qué abre la espita del envejecimiento? ¿Qué es lo que pone en marcha ese complejo proceso que afecta a todos los órganos del cuerpo con la edad? ¿Puede revertirse? La investigación científica ha permitido destapar algunos de los procesos biológicos que se producen en nuestro organismo cuando nos hacemos mayores, pero todavía es mucho lo que se desconoce sobre los mecanismos que impulsan el envejecimiento, que están estrechamente relacionados con nuestras posibilidades de vivir más y mejor.

Un estudio publicado esta semana en la revista Science señala el rol que en este sentido podría cumplir la taurina, un micronutriente semiesencial que produce nuestro organismo y también podemos obtener a través de la dieta.

Según sus datos, en diferentes especies animales la deficiencia de taurina es un importante factor impulsor del envejecimiento.

«Nuestro estudio demuestra que la abundancia de taurina disminuye con la edad y que revertir esa disminución [a través de suplementación] incrementa la esperanza de vida en ratones y gusanos y aumenta la esperanza de vida saludable en macacos. El siguiente paso es investigar qué pasa en los humanos», ha explicado en rueda de prensa Vijay Yadav, investigador del departamento de Genética y Desarrollo de la Universidad de Columbia y líder del estudio, quien ha subrayado que aún es pronto para sacar conclusiones sobre el efecto de la taurina en longevidad de las personas. «No sabemos si puede ser una terapia antiaging, pero con los datos obtenidos es razonable analizarlo«, remarcó.

«En cualquier caso hay que esperar a los resultados de los ensayos en humanos», subrayó, en la misma línea Henning Wackerhage, responsable del grupo de Biología del Ejercicio de la Universidad Técnica de Múnich y otro de los principales firmantes del trabajo, quien advirtió de que estos resultados en ningún caso son una invitación a consumir productos ricos en taurina, como algunas bebidas energéticas.

Las principales fuentes de taurina son los productos cárnicos, pescados y mariscos. También está presente en lácteos, huevos y frutos secos, pero, además, en los últimos años se ha convertido en un ingrediente habitual en las denominadas bebidas energéticas, que además de esta sustancia contienen grandes cantidades de otros ingredientes, como azúcares o cafeína

REACCIONES DE LOS EXPERTOS

El estudio «es muy interesante» y «asocia un componente de la dieta con un periodo de vida saludable»; sin embargo, «para probar si la deficiencia de taurina también es un factor impulsor del envejecimiento en los seres humanos, se requieren ensayos de suplementación de taurina a largo plazo y bien controlados que midan la esperanza de vida saludable y la esperanza de vida como resultados», ha señalado a EL MUNDO Nabil Djouder, jefe del Grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), que no ha participado en la investigación.

Coincide con su punto de vista José Alberto López, investigador del laboratorio de Plasticidad Celular y Enfermedad del IRB Barcelona, quien considera que «merece la pena analizar en distintos ensayos clínicos» tanto la posible relación de la deficiencia de taurina en enfermedades vinculadas al envejecimiento como los efectos de una suplementación de la dieta en humanos.

En este sentido, añadió, los trabajos también deben estudiar el perfil de seguridad de las dosis ya que, pese a que se trata de una molécula conocida y estudiada, «las dosis empleadas en los experimentos con animales son muy elevadas».

LA IMPORTANCIA DE LA TAURINA

La investigación cuyos resultados ahora se publican, en la que han participado más de 20 equipos de científicos, ha demostrado en primer lugar que la concentración en sangre de taurina disminuye con la edad tanto en ratones y monos como en humanos. A medida que nos hacemos mayores, los niveles de este aminoácido se reducen. Así, a la concentración en sangre de taurina que tiene una persona anciana es hasta un 80% menor que la que presenta un individuo joven

Tras comprobar ese dato en distintas especies, los investigadores se preguntaron si esa disminución era consecuencia del envejecimiento o una de las causas que lo provocaba, por lo que pusieron en marcha un experimento cuyo objetivo era averiguar el efecto de suplementar con taurina la dieta de una muestra de ratones.

Partieron de 250 ejemplares de 14 meses (el equivalente a una mediana edad en humanos). A aproximadamente la mitad les dieron en la comida una dosis diaria de taurina de 1.000 mg por kilo de peso, mientras que al resto les ofrecieron una solución inocua de control. Al final del experimento, los investigadores comprobaron que la esperanza de vida de los animales que habían recibido taurina era un 10-12% superior a la de los otros. Asimismo, la esperanza de vida a los 28 meses de estos ratones subió hasta un 25%.

Para comprobar si este efecto de la taurina también se producía en otras especies animales, los investigadores repitieron el experimento primero en la especie de gusano nematodo Caenorhabditis elegans, donde también observaron una prolongación de la esperanza de vida en cuatro análisis independientes. En estudios en el hongo Saccharomyces cerevisiae, en cambio, la suplementación con taurina no afectó a la prolongación de la vida.

Los investigadores quisieron entonces dar un paso más y comprobar si el tiempo de vida ganado que se observaba en distintas especies al suplementar con taurina su alimentación se asociaba también con una mejor salud. De este modo, realizaron de nuevo un experimento en ratones para estudiar la salud de sus huesos, músculos, cerebro, páncreas o sistema inmunitario, entre otros factores.

Los análisis mostraron resultados positivos, con mejores resultados en salud ósea, perfiles metabólicos o del sistema inmunitario. Mejoraba la fuerza y la resistencia muscular, la resistencia a la insulina, el gasto energético o la ganancia de peso asociada a la edad, entre otros factores. Además, en un experimento parecido en macacos, los investigadores obtuvieron resultados similares.

Por otro lado, los científicos también comprobaron que, a nivel celular, la taurina también se asoció con mejoras como una disminución de células senescentes (o células zombi), un incremento del número de células madre presentes en algunos tejidos, un mejor funcionamiento de las mitocondrias o una reducción del daño en el ADN, entre otras evidencias.

EVIDENCIAS EN HUMANOS

Aunque los investigadores no han llevado a cabo aún experimentos para averiguar si la suplementación con taurina conduce a una mayor longevidad en humanos, sí han realizado estudios que sugieren efectos positivos. Así, observaron en una serie de estudios con más de 12.000 individuos que las personas con mayores niveles de taurina presentaban menos casos de obesidad, diabetes tipo 2 o hipertensión. Por otro lado, también comprobaron que las concentraciones del aminoácido se incrementaban con el ejercicio.

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

🔥 ¡Lo más leído!

To Top