Los estreptococos son un grupo de microorganismo anaerobios grampositivos facultativos y catalasa-negativos responsables de diversas enfermedades incidentes, en gran proporción, en niños. Según la clasificación de Lancefield, estos son clasificados en los tipos A a G a partir de los antígenos glucídicos (extraíbles con ácido) del material de la pared celular, siendo los principales β-hemolíticos patógenos los del grupo A (Streptococcus pyogenes) y B (Streptococcus agalactiae).
Los estreptococos del grupo A corresponden al grupo de patógnos estreptocócicos humanos de mayor importancia y causan diversas infecciones clínicas, desde faringitis, infecciones superficiales de la piel, infecciones profundas de los tejidos blandos y síndrome de shock tóxico, hasta secuelas postinfecciosas importantes que comprenden fiebre reumática, glomerulonefritis postestreptocócica y artritis reactiva, incluso trastornos neuropsiquiátricos.
Como todas las infecciones, las causadas por estreptococos del grupo A pueden desencadenar complicaciones relevantes y, a raíz de esto, se ha formulado la hipótesis de que la faringitis por estreptococos del grupo A se relaciona con la aparición aguda del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y los tics en la infancia.(2) A este se le ha otorgado el nombre de trastorno neuropsiquiátrico autoinmunitario pediátrico asociado a infecciones estreptocócicas (PANDAS). El mismo se define como un trastorno de inicio brusco o como un conjunto de síntomas neuropsiquiátricos; es un TOC, tics o movimientos «para tocar el piano» de los dedos de las manos y los pies (parecidos a una corea) de niños que han sufrido una infección estreptocócica. También, puede llegar a involucrar enuresis, ansiedad por separación, regresión del aprendizaje y dificultades para la escritura.
La fisiopatología que se ha formulado a raíz de la hipótesis existente es que la infección por S. pyogenes desata la producción de autoanticuerpos anti encefálicos contra los receptores de dopamina, lo que llega a ocasionar los síntomas neuropsiquiátricos en algunas personas.(3) Igualmente, estudios experimentales sobre las proteínas M5, 6, 19 y 24, cepas reconocidas como reumatológicas, están implicadas en la aparición de sintomatología neurológica debido a reacción cruzada con el tejido cerebral.
Existen cinco criterios para el diagnóstico de PANDAS
- Presencia de criterios diagnósticos de TOC y/o tics basados en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-V-TR);
- Inicio entre los 3 años de edad y el comienzo de la pubertad;
- Curso episódico de la gravedad de los síntomas;
- Asociación temporal entre el inicio y/o la exacerbación de los síntomas y la infección por Streptococcus Beta Hemolítico del Grupo A, según lo documentado por un cultivo faríngeo positivo y/o un aumento de los títulos de anticuerpos anti-EBHGA;
- Asociación con anomalías neurológicas durante la exacerbación de los síntomas, como tics o movimientos coreiformes.
El mezclado de trastornos compulsivos que se incluyen dentro del espectro del síndrome PANDAS, involucra una serie de trastornos actualmente de interés para la comunidad debido a las complicaciones de inserción del individuo en la sociedad, las complicaciones y el desarrollo por el que transcurre la enfermedad. Swedo et al(5) especularon que el desarrollo de este síndrome podría desempeñar el papel de un proceso autoinmune similar al de la corea de Sydenham y la fiebre reumática. Es por esto que aún existe controversia entre esta entidad diagnóstica y su fisiopatología hipotéticamente formulada.