Barcelona. – Un equipo internacional de investigadores liderado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ha descubierto una nueva clase de péptidos antimicrobianos (AMP) en proteínas del cuerpo humano, moléculas que funcionan como «antibióticos naturales» con capacidad para eliminar bacterias multirresistentes asociadas a infecciones hospitalarias graves. El hallazgo, publicado en la revista Molecular Systems Biology, podría conducir al desarrollo de terapias más efectivas contra patógenos resistentes a los tratamientos convencionales.
El estudio analizó más de cien proteínas de unión a glicosaminoglicanos (HBP), que normalmente participan en procesos fisiológicos como la coagulación sanguínea y la inflamación. Marc Torrent, investigador del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la UAB y coordinador del trabajo, explicó el fundamento del estudio: «Ciertas proteínas de nuestro cuerpo que se unen a la heparina, una molécula que regula procesos como la coagulación y la inflamación, también pueden reconocer estructuras similares que se encuentran en la superficie de bacterias peligrosas».
A partir de esta observación, el equipo identificó y sintetizó fragmentos de estas proteínas con actividad antimicrobiana, seleccionando cinco péptidos especialmente eficaces contra bacterias gramnegativas causantes de infecciones nosocomiales. Entre ellos, el péptido denominado ‘HBP-5’ demostró resultados prometedores: no solo eliminó bacterias en condiciones de laboratorio con «eficacia» incluso a bajas concentraciones, sino que también redujo de forma «significativa» la carga bacteriana en órganos de ratones con sepsis experimental.
«Estos péptidos destacan por su potencia y especificidad, con una toxicidad muy baja en células humanas, lo que indica que podrían ser seguros como base para futuros tratamientos», señaló Torrent. El investigador añadió que el descubrimiento «abre la puerta a una nueva familia de antibióticos derivados de proteínas propias del cuerpo, con la ventaja de que pueden actuar específicamente contra bacterias resistentes sin afectar a las células sanas».
Este avance representa un paso importante en la búsqueda de alternativas terapéuticas frente a la creciente amenaza de las resistencias antimicrobianas, un problema de salud global que la Organización Mundial de la Salud ha catalogado como una de las diez principales amenazas para la salud pública. Los investigadores continúan optimizando estos péptidos para evaluar su potencial aplicación clínica.
