Santo Domingo. – Han sido diversas las reacciones que ha provocado las declaraciones del director de Compras y Contrataciones Pública, Carlos Pimentel, pues ahora el pasado presidente del Consejo de Sociedades Médicas Especializadas del Colegio Médico Dominicano (CMD), doctor Santos Ramírez Uribe, se suma a los presidentes de sociedades médicas que se han pronunciado recordándole a Pimentel, que los pacientes tienen un derecho constitucional.
El experto en temas de seguridad social indicó que, el artículo 61 establece la obligación del Estado y la Ley 87-01 que creó el Sistema Nacional de Seguridad Social, en su primer artículo implanta el respeto a la atención en salud como un derecho fundamental y constitucional.
Asimismo, pronunció que los médicos y la sociedad en general deben recordarle al funcionario, que no es él quien debe denunciar esto ante la opinión pública nacional, sino que él debe solicitar al CNSS que asuma los medicamentos de alto costo, ya que las ARS desde la pandemia solo reciben ganancias y para colmo el CMD en vez de abrazar esta lucha, piden que salgan del mercado.
“Con los que este consejo les respondió no sólo dejándola en la ley, sino que les pone a administrar en estos 4 años más de 22 millones por años producto, aumentando el capital del régimen contributivo a unos 387 por 4.7 millones de afiliados”.
Ramírez Uribe detalló que el director de Compras Públicas tiene que saber que dos resoluciones mantienen un Plan Básico ilegal “que no los amplían desde el 2007 a parte del 2019. Con la resolución 482-07 y el mismo CMD en el 20-21 no la exigió”.
Destacó, además, que el funcionario debe hacerle entender al CNSS la denuncia,” pues los pacientes en donde existe seguridad social no andan preocupados por estas cosas y debe saber también que este es el único país donde las ARS son batuta y constitución”.
En ese sentido, agregó que el pedido por parte del presidente de la Sociedad Dominicana de Oncología es del todo comprensible en el orden que el paciente que está en un programa de alto costos debe mantenerse a toda costa.