Las marcadas diferencias de precios entre los alimentos saludables y no saludables, junto con la falta de disponibilidad de una variedad de alimentos sanos, están impulsando el aumento de la obesidad tanto en las áreas urbanas como rurales de los países en desarrollo, según un informe publicado hoy por el Fondo para el Desarrollo Agrícola (FIDA).
«Si bien existen diferencias de precios entre los alimentos saludables y no saludables en las naciones de todo el mundo, esa brecha de precios es mucho mayor en los países más pobres. Además, la alta desigualdad de ingresos dentro de un país está asociada con una mayor prevalencia de la obesidad», explicó Joyce Njoro, especialista técnica líder en nutrición del FIDA, en un comunicado.
Njoro agregó que «si queremos frenar el aumento de las tasas de obesidad en los países en desarrollo, necesitamos soluciones integrales que aborden el funcionamiento de los sistemas alimentarios. Es alarmante observar que tres mil millones de personas en todo el mundo no pueden permitirse una dieta saludable».
La investigación realizada por el FIDA, en colaboración con el Centro Wageningen para la Innovación en el Desarrollo (WCDI), revisó cientos de estudios revisados por pares y analizó datos de cinco países representativos (Indonesia, Zambia, Egipto, Nigeria y Bolivia) para comprender mejor los factores que impulsan el aumento de las tasas de obesidad en los países en desarrollo y qué tipos de intervenciones funcionan para abordar este desafío de salud pública mundial desde la perspectiva del sistema alimentario.
«Las tasas de obesidad en los países en desarrollo ahora se acercan a los niveles que se encuentran en los países de altos ingresos», concluye el informe.
Algunos ejemplos incluidos en el informe muestran que en los países pobres es 11,66 veces más caro obtener una caloría de los huevos que de los alimentos básicos ricos en almidón, mientras que en esos mismos países es solo 2,92 veces más caro obtener una caloría de bocadillos azucarados que de alimentos básicos con almidón.
En los países ricos, la diferencia es mucho menor: es 2,6 veces más caro obtener una caloría de los huevos que de alimentos básicos con almidón, y 1,43 veces más caro obtener una caloría de bocadillos azucarados que de alimentos básicos con almidón.
Además, el consumo de bebidas azucaradas está aumentando en los países en desarrollo, así como las ventas globales de volúmenes totales per cápita de alimentos envasados, que han pasado de 67,7 kilos per cápita en 2005 a 76,9 kilos en 2017.
En algunos países en desarrollo, un niño obeso es considerado deseable, ya que se considera un signo de salud y riqueza, y el consumo de alimentos poco saludables también puede conllevar cierto prestigio, señala el FIDA.
Además, las mujeres tienen más probabilidades de tener sobrepeso u obesidad que los hombres en casi todos los países en desarrollo.