La Clínica Universitaria Unión Médica, fue la institución donde se generó una muy particular y positiva experiencia en el uso de este fármaco, como base de la terapia inmunomoduladora mixta, en pacientes hospitalizados con diagnóstico de neumonía, producida por el agente infeccioso SARS-CoV-2.
De igual manera, una colaboración esencial para estos positivos resultados clínicos, fue la entrega sin reservas hecha de forma oportuna por el Ministerio de Salud Pública, para disponer a tiempo de este producto y así revertir a tiempo el daño producido al tejido pulmonar, diezmado por esta enfermedad, desconocida inicialmente y causante de la primera pandemia del siglo XXI. Es muy relevante, y vale resaltarlo, la efectividad mostrada por esta molécula, al tratar y revertir el impacto negativo en el aparato respiratorio y en especial en el parénquima pulmonar de los enfermos.
Ciertamente, existe una constancia de su muy buena efectividad en los casos positivos a la súper agresiva cepa COVID DELTA. La disponibilidad sin interrupción del Regen Cov, permitió concluir el protocolo instaurado a cada paciente y de esta forma, asegurar mejores resultados; pues adicional al pilar tradicional basado en la evidencia, esta experiencia mostró el alto valor de las propuestas inéditas de esquemas de tratamiento en tiempo de crisis, como ocurrió en esta pandemia que aún muestra sus estelas.
No obstante, el registro, análisis y conclusiones de esta propuesta terapéutica, generó alto interés, no solo en los profesionales y medios nacionales, sino que, también tuvo buena acogida internacionalmente y fue publicada por una prestigiosa revista interamericana, cuyo contenido predominante es la salud respiratoria.
Asimismo, el liderazgo, pasión y compromiso de la Dra. Natalia García Batista, como parte del equipo multidisciplinario que trató este grupo de estudio, fue muy importante para los fines de lugar.
Finalmente, cabe destacar, que, el staff de esta Clínica Universitaria, fueron actores fundamentales y determinantes, no solo en el soporte per se del paciente, sino también en la aplicación de los esquemas, preparados y gestionados para todas las fases de esta condición de alto riesgo (incluso para todo el personal sanitario), y a veces de pronóstico reservado.
