Se trata de la prueba SaliStick, la cual se encuentra disponible en las tiendas de Reino Unido e Irlanda, y son similares a las pruebas orales del COVID-19.
Todo lo que se debe hacer es utilizar un aplicador manual que recolecta una muestra de saliva, muestra que luego se coloca en una unidad de análisis y cuyos resultados se obtienen en una pantalla alrededor de 10 minutos después de iniciarse el proceso.
Como la “prueba” antigua de embarazo, dos líneas indican embarazo y una devuelve una prueba negativa.
Se debe esperar 30 minutos después de comer o beber para realizar la prueba.
Hasta ahora, las pruebas de embarazo que se llevaban a cabo se tenían que realizar a través de un palo en el que debía orinarse para luego dirimir si daba o no positivo
Acerca de la prueba
Según el portal Gizmodo, una prueba que para llegar al mercado ha pasado por diferentes pruebas mostrándose con una precisión de alrededor del 95% cuando se toma desde el primer día de un período perdido.
Es una cifra elevada, aunque no tan precisa como la del test de orina, y obviamente con la ventaja de no tener que ir al baño a realizar la engorrosa prueba.
Según ha explicado Chris Yates, director ejecutivo de Abingdon Health, que se ha asociado con la empresa.
Se espera que, tras Reino Unido, la prueba llegue a todo el continente europeo, y en Estados Unidos ya se ha solicitado la autorización de la FDA para vender el producto.
