Las complicaciones de salud, relacionadas con el aborto son una importante causa de morbilidad y mortalidad entre adolescentes en países de bajos ingresos. En adolescentes jóvenes (entre 10 y 14 años) el riesgo es particularmente alto. Existen pocos datos empíricos disponibles sobre su salud sexual y reproductiva.
Según estudio que recopiló un conjunto de datos de historias clínicas extraídas de una red regional de centros centinela que prestan servicios de aborto legal y atención integral postaborto en 12 países de América Latina y el Caribe, la población de adolescentes de 10 a 14 años buscan asistencia a un aborto legal o solo reciben atención postaborto, se calcula las tasas institucionales de complicaciones comparando con adolescentes mayores (de 15 a 19 años) y adultas jóvenes (de 20 a 24 años).
También se evaluó la calidad de la atención prestada tomando los estándares propuestos por las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Analysing the context and characteristics of legal abortion and comprehensive post-abortion care among adolescents aged 10–14 in a network of sentinel centres in Latin America: a retrospective cross-sectional study, 2016–2020» es el documento que muestra que alrededor del 17% de las adolescentes jóvenes acudieron a los centros con 15 o más semanas de gestación. Más de dos tercios (67,8%) de toda la muestra y el 70% de las adolescentes de 10 a 14 años buscaron atención para el aborto legal, mientras que el resto buscó atención integral después de abortar de manera ilícita.
La gran mayoría (91,2%) de los embarazos fueron no intencionales. Esta cifra alcanzó el 94,8% entre las adolescentes de 10 a 14 años. Sin embargo, el 62,1% de las adolescentes y mujeres jóvenes de la muestra no había utilizado ningún método anticonceptivo, siendo el porcentaje más alto entre las adolescentes (92,3% entre las adolescentes jóvenes y 87,1% entre las adolescentes mayores). Marcando una gran necesidad insatisfecha de anticoncepción en este grupo.
En general, la calidad de la atención brindada por los centros en la red estaba alineada con las recomendaciones de la OMS para la prestación de servicios de aborto seguro y atención integral postaborto.
A través de este estudio se ofrece una visión de los desafíos y oportunidades que enfrenta la salud pública para garantizar el acceso a la salud y los derechos sexuales y reproductivos de esta población. Además, se plantean varias posibles líneas de investigación futura que pueden contribuir al desarrollo de políticas públicas basadas en evidencia.
